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El mas mínimo gesto puede crear la felicidad más grande...

14 de mayo de 2011

Impotencia...

Cuando sientes impotencia, cuando no te salen las palabras... y todas y cada una de ellas se te traban en la garganta. Cuando... no sabes muy bien qué hacer. Te sientes confuso, aturdido... ¿Qué hacer?
Gritar no nos servirá de nada, romper cosas tampoco... solo conseguiremos expulsar nuestra ira de una forma no muy correcta, de la que nos podemos arrepentir.
Y aquí estoy, dándole vueltas a todo. Mil pensamientos rondan mi cabeza a cada segundo que pasa, y lo que más me gustaría hacer en este momento es gritar. Gritar para que la gente me escuche, para que sepan qué me pasa, para que puedan comprender de una vez que me siento sola, que necesito a alguien que me entienda de una maldita vez...
A veces las cosas no nos salen como nosotros queremos, y eso nos lleva a la impotencia. Sentimos que todo saldrá mal, que no sabes cómo arreglarlo y te encantaría que alguien te calmara, y te haga ver las cosas de otra forma... para que así todo fuera mucho más fácil.
La vida no es un camino de rosas... pero, mi camino está lleno de espinas...


Preguntas sin respuesta.

¿Qué puedes hacer cuando ves que algo está saliendo mal pero no sabes donde está el problema? Impotencia y miedo son las únicas sensaciones que siento en este mismo momento. Sin saber qué hacer, cómo actuar, qué decir...

8 de mayo de 2011

Triste realidad.

Mucha gente me pregunta si me agobio estando encerrada en casa. Si no me gustaría salir a la calle y pasármelo bien... si así soy feliz.
Pues bien, soy feliz. Pero no siempre estoy contenta... ¿la razón? La palabra amistad no la conozco.
Es así, triste pero cierto. Hay muchas personas que no saben el significado de las palabras confiar, amistad, amigos... sólo conocen las palabras falsedad, desconfianza, envidia, celos...
Han pasado tantas amigas por mi vida... o más bien, personas que parecían ser amigas. Pero todas, acaban dándome el palo...
La pregunta es ¿por qué? ¿Porqué yo? ¿Por qué a mí? Soy una chica buena, con ninguna falsedad, no tengo malas intenciones y siempre estaré ahí cuando me necesiten. Pero ya no puedo confiar en nadie...
Cada vez que parecía tener una amiga, que todo iba bien y que esta vez no me dejarían sola... es cuando peor lo hacen.
Me dejan sola, sin ningún motivo o razón aparente.
Desde entonces, vivo siempre en alerta a todo, desconfiando de todos, porque tarde o temprano me harán daño... incluso de quién más confíes...
Odio ser una chica que se encierra en casa, no soy antisocial, aunque lo parezca... no soy así.
Pero, sinceramente... para tener amistades de las que hay hoy día... prefiero ser una antisocial.

Caer, tropezarse, levantarse.

Hace mucho que no escribo en el blog. Llevo muchísimo tiempo pensando y reflexionando sobre todo: amor, amistad, familia, la vida misma...
Llevo días encerrada en casa, pensando sobre todo, como lo que quiero hacer en mi vida, que será de mi futuro, si realmente he encontrado el amor verdadero. Son muchísimas preguntas que poco a poco las respuestas irán surgiendo solas.
Soy una chica a la que le gusta hacer cosas infantiles, pero en cierta parte tengo los pies en el suelo... por una parte todo queremos madurar, por otra siempre queremos ser unos niños. Pero, tarde o temprano, los problemas los tenemos que solucionar nosotros mismos, las decisiones las tendremos que tomar nosotros sin ayuda de nadie, incluso a veces nos caeremos por una decisión mal tomada... pero eso es lo que nos hace ser fuertes, lo que nos hará madurar a lo largo de nuestra vida, y saber cuál es el error para no volver a cometerlo.
Lo más importante, es ver la piedra y poder esquivarla, no sé si me entendéis... muchas veces, no vemos la piedra, también llamada error. Seguimos el camino como si nada y nos caemos, nos hacemos daño. Habrá veces en las que hay personas ahí para ayudarnos a levantarnos, pero puede que algún día nos tengamos que levantar solos por nuestro propio pie. Y seguir, seguir adelante y mirar hacia el frente, con cuidado de no volver a tropezar, ya sea con la misma piedra u otra diferente.
Hay personas que cuando tropiezan y se caen, no saben cómo seguir, y se les viene el mundo encima. Yo soy una de esas personas... aunque me voy dando cuenta de que no hay que ser así. Cuando nos caigamos, simplemente tenemos que seguir, y decir que nada es imposible. Porque no lo es.
En fin, la vida puede ser difícil, depende de cómo la quieras ver.
Pero... puede ser fácil, si tú quieres que sea así.
Sigue tu camino. No mires hacia atrás, y, sobre todo... no tengas miedo.