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Quizás aún no me di cuenta de que ya no soy una niña. De que es hora de decidir que es lo que quiero hacer, que camino escoger y que futuro tener.
Quizás todavía no esté preparada, pero hay que seguir, seguir hacia delante y no echar la mirada atrás. Y si lo hago, que sea solo para aprender de mis errores.
No, ya no voy a ser esa niña inocente que tenía miedo, hay que ser fuerte. ¿Sabes? La vida esconde muchos secretos, tantos que cuántos más sepas menos sentido tiene todo. Por eso, no le busques sentido, simplemente vive y sé feliz.
¿Cuántas personas darían lo poco que tienen por tener una vida como la tuya? Imagina por un segundo, cuántas lo desearían. Son muchas, y por eso nunca me voy a rendir. Voy a vivir y luchar por lo que quiero hasta que lo consiga. Aunque no siempre conseguirás lo que quieres, pero, si te esfuerzas, siempre llegará alguna recompensa.

Ya sabes lo que dicen, cuando se cierra una puerta se abre una ventana.